¿Qué fue lo que pasó? No lo se, solo se que algo andaba mal. Lo único que podía ver era a mi hermano, que estaba sentado a mi lado, mirándome en completo silencio.
Al mirarlo a los ojos, supe que el tampoco sabia donde estábamos, ser gemelos tenia sus ventajas. Muchas veces compartíamos nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestros secretos.
Me acerque despacio a él y le pregunte donde estábamos. Él solo meneó la cabeza de un lado al otro y se encogió de hombros.
Fue en es momento cuando vi una luz, que era como vela encendida que se movía de un lado a otro.
Fui yo quien decidió que había que seguirlo, siempre llevo la iniciativa por ser mayor. De un momento a otro todo cambió; de estar en medio de un bosque, rodeados por árboles, pasamos a estar en la entrada de nuestra casa, y fue lo mas raro que sentimos en mucho tiempo, lo mas raro porque seria imposible que hubiéramos pasado tan rápido de un lugar a otro ; pero así era, nos hallábamos parados en la puerta de entrada.
Al entrar, vimos una cantidad imposible de policías en nuestro living, había como unas 20 personas allí.
Al seguir caminando rumbo a nuestro habitación, escaleras arriba, vimos a nuestro padre, rodeado de oficiales, con la mirada perdida, y la expresión de un muerto, marcada de una profunda tristeza.
Quise acercarme, preguntarle que era lo que andaba mal, pero era cobarde; no sabia que era lo que ocurría, pero sabia que no debía acercarme a él, debía seguir el camino hacia mi habitación.
Al voltear vi a mi hermano, parado al pie de la escalera, esperándome. Cuando llegué a su lado, lo tomé de la mano, sabía que estaba tan asustado como yo.
Al llegar al final de la escalera, vi a mi madre; estaba sentada en la vieja silla de terciopelo roja en el pasillo que daba a la habitación.
Lloraba desconsolada, como si alguien hubiera muerto.
Pasamos delante de ella, pero no nos vio y no pude evitar voltear a verla.
Cuando llegamos a la puerta de nuestra habitación nos encontramos con un montón de policías allí, y no podía llegar a comprender que hacían allí. Estaban todos amontonados alrededor de nuestras dos camas observando atentamente, al parecer, algo que estaba sobre ellas.
Entramos en la habitación, pero nadie que estaba allí noto nuestra presencia.
Logramos pasar entre la multitud y llegamos a ver lo que había en las camas.
Nosotros. Eran nuestros cuerpos los que estaban allí, pero éstos estaban completamente ensangrentados e inmóviles. Asustada, voltee y observe a mi hermano, que tenia los ojos desmensuradamente abiertos, y luego mire hacia mi pecho.
Allí había un pequeño agujero, que estaba completamente bordeado de sangre.
Fue ahí cuando me di cuenta que estaba muerta. Y todas las imágenes de los últimos momentos que estuve viva, me golpearon de repente.
Estar acostados en la cama; despertare por un ruido en el pasillo; despertar a mi hermano; ver a un hombre entrar en la habitación; mirar a mi hermano y ver como dos tiros impactaban en su pecho; ver al asesino apuntarme a mi, y ver su rostro antes de sentir otros dos impactos en mi pecho; y despertar en las afueras de mi casa.
Supe que tendría que irme de allí, pero no quería dejar a mi madre sola; y menos, sola con mi padre porque...
El asesino de mi hermano y de mi fue mi padre.